Luis Mario Moncada
Carta para Maruxa

Texto leído el 10 de diciembre de 2007 en el Foro La Gruta, del Centro Cultural Helénico, para la develación de la placa conmemorativa de dos temporadas de la obra de Maruxa Vilalta Con vista a la bahía, de mayo a diciembre 2007.

QUERIDA MARUXA
La Gruta ha sido desde hace 20 años el foro de los nuevos valores, el de las propuestas frescas y desenfadadas, aquellas que le dan otra vuelta de tuerca a la convención del teatro. Pues cuando se lee ésta tu última obra uno no puede más que pensar en su absoluta congruencia con este espacio, porque en ella hay algo que respira juventud. Ha pasado casi medio siglo desde tu primer estreno, pero yo me pregunto ¿qué distancia puede haber entre esta obra y Los desorientados, por ejemplo? Parece que Brian es el mismo Diego con algunos años encima, pero con el mismo espíritu redentor, con las mismas preguntas, tal vez con la diferencia de que ahora no busca respuestas, sino solamente su congruencia interior. Leo y veo Con vista a la bahía y me parece como un retorno a los orígenes. Después de un viaje de ¿10?, ¿15 años?, escudriñando en la historia, con esta obra vuelves al terreno donde mejor te mueves, según mi opinión; al de estos personajes labradores de humildes utopías personales, que es para lo único que la realidad nos da. No hay que buscar en la forma, insisto, para pensar en la juventud de esta obra, sino en su respiración, en su ilusión conceptualizadora de un mundo en el que se le puede decir “no” a los dueños del queso. No creo traicionar tu propósito si digo que Brian es un héroe romántico enfrentado al pragmatismo materialista. Y qué mejor metáfora para demostrarlo que asomarnos a la ventana y observar esa maravillosa vista que el departamento de Brian nos ofrece. El exterior es falso, eso está claro; pero el artista tiene la virtud de crear la belleza donde no la hay. Por eso, Maruxa, a la distancia, y en el inicio de este diálogo que espero no concluya esta noche, te digo que has caído en el foro que siempre te esperaba; en el de las propuestas que jamás envejecen. Un abrazo para ti por ello, y una felicitación a la compañía, por haber mantenido a flote este barco en tiempo de tempestades. Muchas gracias
Luis Mario Moncada.