Con todo el entusiasmo y la poesía de una vida.

La obra Francisco de Asís nació del Cántico al hermano sol, ese bello, único, poema de San Francisco.

Surgió también la obra de una escena que leí en la vida de Francico de Asís y que mucho me impactó:
Las monjas, las hermanitas pobres, le piden a Francisco que predique para ellas. Francisco pide un poco de ceniza. Se la traen y con la ceniza dibuja alrededor de él un círculo. En seguida recita un salmo. Y se va.

El círculo de ceniza y el salmo fueron su predicación.
Supe que el actor tenía que hacer eso en escena, y así empecé y seguí después escribiendo la pieza.

Cuando se develó una placa por final de temporada, dijeron bellas palabras, palabras auténticas, sinceras e inspiradas, el director de escena José Solé, entonces al frente de la Dirección de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes, y el poeta Homero Aridjis.