Parodia de comedia policiaca. Época actual. Jonathan llega a una casa vieja en Londres, con el propósito de hacer el amor con Mildred, que se desnudaba para él frente a la ventana. Jonathan es pianista. Mildred le recuerda a su mujer, Margaret, para quien tocó la “Heróica” de Chopin y pasó con ella una noche “de amor desenfrenado”. Pero Margaret lo abandonó.
Mildred hace el amor con el mayordomo (bastante bruto, ríe todo el tiempo con carcajadas siniestras como las de “el monje loco”), con Tía Emily, un hombre vestido de mujer que se desplaza en silla de ruedas, y además con un gato persa (de peluche). Tanto el mayordomo como Tía Emily (que no está paralítica y finalmente acaba dando grotescos saltos) se creen herederos de Mildred y quieren matarla. A su vez Mildred envenenó a su marido porque le sudaban las manos.
Es Jonathan, (quien en la noche de bodas estranguló a Margaret, vestida de blanco como la blanca Mildred, y acaba de escapar de un asilo para dementes) quien mata a la mujer, a la tía y al mayordomo en tono de farsa. Después, tal como llegó se va; por la calle se aleja, se pierde. “Tengo hambre”, dice al salir de escena.
En suma, una sociedad en proceso de descomposición.