Historia de él
Arturo Azuela
Programas de mano, Teatro de la Universidad, 1978

El tiempo aparente de Historia de él transcurre en cualquier gran ciudad del siglo XX. Es la biografía de un recorrido en ascenso, inexorable, vengativa, sórdida. En constante contrapunto están los seres que la rodean, los que se quedan a la mitad del camino o los que acompañan a él en el último peldaño.

 

Tiempo lineal y circular, es la historia de la ambición sin linderos y sin escrúpulos. Es ironía; es burla y tragedia. Al tiempo predestinado del personaje central le corresponde una multitud de personajes en constante transformación que alteran franqueza y violencia, hipocresía y denuncia.

 

Sin concesiones, yendo de la interioridad a la simulación —en una constante fuerza dramática—, las voces adquieren diversos tonos: oscilan de la sinceridad a la adulación, del fracaso a la rigidez. Así, las máscaras se adueñan del escenario. En Historia de él —tema universal, presente y de raíces antiguas— la ambición no termina: es apocalíptica.